jueves, 26 de abril de 2018

El mejor presidente: Beto Vergara

El mejor presidente: Beto Vergara

Por Óscar Cortés Palma



En las calle del centro, frente al jacalón, Beto Vergara, vendía aguas frescas de horchata, jamaica y naranja; raspados de sabores y pabellones. En diciembre vendía piñatas, en enero juguetes, y en ocasiones sombreros y arreglos florales elaborados por el mismo. Todos los viejos de Axochiapan decían: 
– Beto Vergara fue el mejor presidente municipal de la historia. Cuando Beto Vergara fue presidente, en 1953, se expropió y construyó: el mercado de carnes, el zócalo Juárez; el balneario los Amates, la escuela primaria Tlahuilli. Pavimentaron el camino Axochiapan – Cuautla. Colocaron las bancas de cemento del centro, bancas en la iglesia. Se abrieron calles del centro de la población a las orillas, entre ellas la calle: Marcelino Vergara, en honor a su padre, general zapatista caído en la revolución, y las calles de la colonia Progreso.
Beto Vergara, no daba órdenes desde su despacho, solía andar con los peones trabajando con la pala y el machete en el coatequitl o tequio (trabajo colectivo). El secreto de su gobierno fue usar el trabajo colectivo. Convencía a la gente para trabajar gratis en obras públicas para beneficio de todos. Beto Vergara nunca se enriqueció, toda su vida fue vendedor de aguas frescas, raspados y pabellones.
En esa época, una antigua campana parroquial se fracturó. Entonces se le hizo fácil al párroco Farfán bajarla del campanario y llevarla a la estación del ferrocarril para repararla. Provocando un gran escándalo. Se murmuraba que la vieja campana estrellada tenía oro y se la iban a robar.
Un grupo de mujeres encabezadas por Natalia Pacheco fueron a la estación de las locomotoras a traer la campana. El niño Camilo Cortés y otros escuicles fueron a ver como traían la campana de regreso a la iglesia.
En el mercado se vendía mucho, por eso los comerciantes se habían negado a ser reubicados desde hace décadas. En 1975 hubo un intento de reubicar los puestos. Entonces, los comerciantes derrocaron al presidente municipal y pusieron un interino, quien a su vez, fue destituido.
El presidente quería construir el mercado y rastro municipal. Los comerciantes del centro se opusieron porque no querían ser reubicados y contaron con el apoyo del líder Beto Vergara.
Beto Vergara apoyó a los comerciantes porque su planilla perdió por primera vez y temiendo perder el control político del municipio, colaboró en derrocar al presidente municipal, junto con otro líder: Francisco Pacheco.
A pesar de todo, el mercado y rastro municipal se construyeron. El primero estaba cerca del hospital, era conocido como el mercadito. El segundo iba a estar cerca del panteón por donde estaban unas oficinas municipales. Los comerciantes no fueron reubicados. Continuaron obstruyendo la plaza con sus puestos y manteados. Aun así, el mercado era uno de los atractivos turísticos del pueblo. Aquí se podía encontrar de todo y se vendía de todo. Se recomendaba visitarlo.
Extracto del libro: Tecuanina viaje en el tiempo.
Texto: Óscar Cortés Palma
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Libro de tecuanes jaguares