sábado, 17 de junio de 2017

En busca del origen de los tecuanes (1ra Parte)

En busca  del origen de los tecuanes (1ra Parte)

Por Óscar Cortés Palma

En ferias patronales de parroquias de más de 150 poblaciones —situadas en los estados de Guerrero, México, Morelos, Puebla y Oaxaca— se interpreta una variante de representación tradicional de tecuanes, que he nombrado  “representación de tecuanes tipo Coatetelco”, la he nombrado así siguiendo lo dicho por Fernando Horcasitas que investigó la escenificación de tecuanes de Coatetelco del que solo le faltó registrar un personaje, el “risueño”. En esta variante de representación de tecuanes se utiliza el mismo modelo de coreografía, vestuarios, personajes, diálogos e instrumentos musicales.

Con base a estas semejanzas, supe que los tecuanes fueron inventados por personas, en un lugar y fecha determinada, y después fueron enseñados en otras poblaciones en donde, algunas personas la  aprendieron, les gustó y la adoptaron para dar alegría a sus fiestas patronales. Desde entonces las continuaron actuando año con año sin modificar esencialmente  el argumento de la comedia que habían aprendido.

Mas ahora emerge una cuestión ¿Quiénes inventaron la representación de tecuanes tipo Coatetelco y quienes la divulgaron?

Para responder esto, visité un gran número de poblaciones en donde se actua  esta representación, e interrogé a los adultos mayores. Ellos me dijeron que ya actuaban de tecuanes desde que eran pequeños, más o menos por la década de 1950. Para confirmar estas declaraciones investigué en libros y fuentes escritas.

Supe que el antropólogo Fernando Horcasitas había investigado la distribución de los tecuanes en la década de 1970, y al comparar su investigación con la que hice en años recientes, pude ver que coinciden. Esto es, en más de 45 años —del año 1970 al año 2017— el mapa de distribución de tecuanes casi no tuvo modificaciones, lo que nos indica que esta representación, en las últimas décadas, se ha propagado muy lentamente puesto que han sido pocas las poblaciones nuevas que la han adoptado e asimismo pocas poblaciones han dejado de actuarla.

Jolalpan, Puebla, en donde hasta la década de 1950 actuaban los tecuanes acompañados con la música del pitero Felix Tiempos, es un ejemplo de las poblaciones que han dejado de actuarla.

Cosa contraria ocurre con el brinco de Chinelos que emergió a mediados del siglo XIX y en las últimas décadas se ha popularizado mucho, coexistiendo con los tecuanes, por lo que considero que en unos años más habrá superado a los tecuanes en distribución. Esto es, el brinco de Chinelos está de moda en las fiestas patronales, como probablemente estuvieron los tecuanes en algún periodo de la historia.

Al continuar investigando en fuentes escritas y orales encontré un manuscrito escrito en náhuatl mixto con incrustaciones de español de España que Fernando Horcasitas tradujo al idioma español mexicano a finales de 1970. Y asimismo supe que ya se acostumbraba escenificar tecuanes en Coatetelco en el año de 1910, puesto que así lo registra otro manuscrito de la época publicado por Elfego Adán en los Anales del Museo Nacional de Arqueología e Historia y que está escrito en náhuatl mixto conincrustaciones de  español de España,

Elfego Adán no solamente registra los diálogos de la escenificación de tecuanes sino que igualmente registra los diálogos de la representación de vaqueros de Coatetelco en el año de 1910.

Además de los precedentes manuscritos, hay otra investigación publicada por Antonieta Espejo que interrogó, en el año de 1955 a don Efrén Jiménez Ariza, nacido en 1891, que mencionó que  los tecuanes ya se escenificaban en Acatlán de Osorio por el año de 1888. Hay que aclarar que esta es otra variante diferente a la representación de tecuanes tipo Coatetelco, mas es interesante citar este dato porque las fuentes orales de ese lugar enclavado en la mixteca, dicen que la escenificación de tecuanes de Acatlán de Osorio provino de una población nahua. Y en Tlalixtaquilla, Guerrero ya se escenificaba los tecuanes por el año de 1860.


También por fuentes orales, conocemos que  la representación de tecuanes ya se actuaba antes de la revolución mexicana en Axochiapan, tal como nos comentó  Arturo Mozo Chino, quien nos mencionó que su padre, Víctor Mozo Jacinto,  actuaba en esta escenificación. Otra fuente oral de la que dispongo proviene de Tetelpa, allí el encargado de este espectáculo —Florentino Sorela Severiano— mencionó que aprendió la representación de tecuanes de su padre —Lidio Sorela— quien la aprendió de su abuelo —Ramon Sorela—, quien ya la escenificaba desde antes del año de 1895, por tal motivo celebraron el centenario  de la representación tradicional de tecuanes de Tetelpa en el año de 1995.

Con esta información podemos darnos cuenta que la representación de  tecuanes ya se actuaba a finales del siglo XIX en lugares alejados  entre sí como son las poblaciones de Coatetelco y Tetelpa, que distan de Acatlán de Osorio en aproximadamente 200 kilómetros y de Tlalixtaquilla en 300 kilometros; y la población de Axochiapan que dista de las demás poblaciones en un rango de 70   a 200 kilómetros.




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